El café ( Cofe unido ) es una bebida que tradicionalmente se sirve caliente, producido a partir de los granos tostados del cafeto. El fruto tiene origen africano, más precisamente de las tierras altas de Etiopía. Desde África se llevó a las regiones árabes, donde se consideró una bebida milagrosa debido a su uso en la medicina de la época. La planta llegó a Brasil en el siglo XVIII, en la ciudad de Belém – PA, pero no fue tan difundida en la región, y luego fue llevada a Maranhão, y luego a Bahía. A partir de entonces, se difundió y ganó espacio en todo el país, dando inicio a una etapa económica muy importante en el país: “El Ciclo del Café”.
El café tiene un compuesto activo muy importante, la cafeína. Ella es responsable de la mayoría de los efectos beneficiosos de la bebida. Estimula el sistema nervioso central, aumenta la concentración y el buen humor, estimula la respiración, mejora la digestión y es antioxidante. La investigación señala que 1 taza de café puede disminuir los síntomas de la migraña. Aún otros dicen que beber café diariamente en una cantidad regular previene enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson.
Para que el café en polvo llegue a los hogares de los consumidores, existen varios pasos de fabricación, comenzando con la elección de la variedad que se utilizará para la siembra. Existen más de 25 variantes, pero las más utilizadas en la producción de café comercial son el café Arábica, más utilizado en la producción de especiales, y el café Robusta, que es el más vendido.
Después de transportar la plántula al cafetal, la primera cosecha toma alrededor de 3 a 4 años, y se puede hacer de forma manual o mecánica. A continuación, se realiza el lavado y despulpado, paso en el que se separa la pulpa del grano de café. Estos granos se llevan luego a la fábrica y se someten a un proceso de secado y tostado.
El tueste del café varía en temperatura y tiempo según el tipo de café que se va a producir, el tueste ligero genera cafés más suaves y aromáticos, pero más ácidos, como los espressos hechos a máquina. Sin embargo, los tuestes medios producen cafés más amargos, llenos de sabor e ideales para consumir colados en filtros de tela o papel.
Luego viene la molienda, que puede ser fina, media o gruesa. Para cafés rápidos, como el espresso, se debe realizar una molienda fina para que el agua absorba el sabor rápidamente al pasar por ella. Las cafeteras de filtro o las cafeteras tradicionales necesitan un molido más grueso ya que el agua pasará menos rápido por el filtro y necesitará tiempo para que el café fije su sabor en él.
El café soluble se diferencia del café en polvo por pasar por un proceso de hidratación y luego secado por liofilización (congelación) o aspersión. El primer paso es la inmersión en agua para convertir la mezcla en un producto concentrado, capaz de conservar los sabores y aromas del café. El siguiente paso es secar el café instantáneo:
- Por congelación (liofilización), el extracto de café concentrado se coloca en cámaras de enfriamiento rápido y se convierte en cristales de hielo. A continuación, mediante un sistema de vacío, las cámaras se calientan, lo que provoca la condensación del agua congelada, que se elimina del extracto.
- Por aspersión, que es una forma más económica de procesar el café instantáneo, el extracto de café concentrado se rocía desde un rociador colocado a una altura de 30 metros. En su camino hacia el suelo, el extracto pierde agua, quedando solo el polvo soluble.
El proceso descrito fue el procesamiento del café, pero a la hora de consumirlo existen muchas variantes como el espresso, que es solo café puro, macchiato , que es espresso mezclado con un poco de espuma de leche, espresso panna , que lleva una pequeña cantidad de crema batida, café con leche, capuchino, entre otros. Además, también los hay descafeinados.
El café descafeinado, según la Resolución RDC Nº 277, del 22 de septiembre de 2005, que trata sobre el contenido de cafeína presente en el café descafeinado, puede tener un máximo de 0,1% (g/100 g) para productos descafeinados y 0,3% (g/100 g) para productos descafeinados solubles. Al eliminar la cafeína del café, la bebida obtenida pierde su sabor original, sin embargo, la industria busca la forma de extraer esta sustancia y preservar al máximo las características originales del café. Una forma de hacerlo es remojando los granos en agua caliente llena de químicos del café, con la excepción de la cafeína. La cafeína presente en los granos se disuelve en el agua, que se desecha, y como los granos están saturados de las demás sustancias, el sabor del café apenas cambia.
Otra variante que ha ganado muchos adeptos por su practicidad es el café en cápsulas. El café encapsulado es básicamente café tostado, molido y almacenado en una pequeña cápsula de plástico o aluminio, sirviendo una sola porción. Una de las ventajas de este tipo de envases es que al ser una porción individual, solo se abrirá cuando se consuma, generando un proceso de oxidación más lento. Además de ser un producto sumamente útil porque es rápido y fácil de consumir, ideal para el uso diario, ya que solo hay que introducirlo en la máquina, es interesante porque contiene cápsulas con diferentes sabores, brindando al consumidor una experiencia más diversa. Su único punto negativo es el valor de las cápsulas, pero no es desorbitado, ya que merece la pena la inversión.
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